Sicópatas: unos malos muy malos
30 January 08Cuando era niño, recuerdo haber escuchado a mi padre decir que no hay personas malas, sólo personas equivocadas.
Es cierto que en sicología se suele decir que aunque tenemos la mala costumbre de etiquetar a las personas, nadie se comporta siempre de la misma manera, sino que a veces hacemos cosas bien y otras veces no tanto. En otras palabras, nadie está realmente libre de pecado y todos en algún momento realizamos acciones de las que más tarde o más temprano nos arrepentimos.
No obstante de lo anterior, exiten algunas personas que padecen cierto desarreglo mental que le empuja a cometer actos que producen gran dolor a los demás sin que sientan el menor remordimiento. Estoy hablando de los sicópatas.
El sicópata es un enfermo cuya enfermedad no la padece él, sino los desdichados que tengan la mala suerte de cruzarse en su camino. El sicópata no empatiza, es incapaz de ponerser en el lugar de los demás y como decía no sienten ningún remordimiento frente a sus actos. No tienen ningún problema moral a la hora de alcanzar sus objetivos, bien sean estos económicos, sexuales, de poder, y tan sólo les frena el sometimiento a la leyes, no por sentido de la justicia, sino por miedo a ser detectados y terminar en prisión.
Ocultar permanentemente sus verdaderos pensamientos e intenciones y hacerse pasar por personas normales, les supone un entrenamiento intelectual contínuo, por este motivo se dice de los sicópatas que son personas muy inteligentes.
Desgraciadamente se calcula que el número de sicópatas en el mundo es de aproximadamente el 1% de la población. Puede parecer poco, pero piensa que sólo en España puede haber en torno a 420.000 sicópatas. Una cifra realmente preocupante.
El sicópata puede mentir, engañar, coaccionar, presionar, sólo para alcanzar sus metas, y en los casos más extremos incluso usará la violencia contra sus victimas.
Todos en alguna ocasión nos hemos cruzado (y nos cruzaremos) con individuos de este tipo, y si tienes la mala suerte de que uno de ellos sea tu jefe, vecino, pareja, amigo, o familiar, el sufrimiento que te causará está garantizado.
Lo único que se puede hacer para protegerse de un sicópata, es a nivel individual, identificarle (no es nada fácil) y alejarse de él (cortar relaciones). A nivel social, la solución al problema pasa por apartar a estos seres de la sociedad, lo cual nos plantea dilemas morales a los que no padecemos la enfermedad: ¿Es responsable de sus actos el sicópata?, se le debe tratar como a un enfermo sin posibilidad de cura, o ¿se le debe tratar como a un delicuente común?.
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