sábado, 4 de diciembre de 2010

Terror en Gamarra. Hollywood quedo chiquito


DELINCUENTE TOMA 33 REHENES, ENTRE ELLOS TRES NIÑOS Y DOS MUJERES EMBARAZADAS, EN AGENCIA DEL BANCO CONTINENTAL

Siete horas de terror en Gamarra

04 de Diciembre del 2010

 

      

LIMA | Terror en el emporio comercial de Gamarra provocado por un solo delincuente. Fueron cerca de siete las horas que un criminal mantuvo como rehenes a 33 personas al interior de una agencia del Banco Continental. Luego de negociaciones frustradas, en las que incluso el secuestrador amenazaba con una supuesta "bomba atómica", finalmente la Policía incursionó en la entidad, acabó con la vida de éste y rescató a los trabajadores y clientes que habían sido privados de su libertad.

Eran las 13.50 horas cuando la actitud sospechosa de dos sujetos llamó la atención de los dos policías que custodiaban la agencia bancaria situada en el cruce de los jirones Hipólito Unanue y Gamarra. Los agentes solicitaron apoyo a miembros del personal de auxilio rápido de la zona comercial.

Cuando éstos se aproximaban a la entidad, uno de los sospechosos se dio a la fuga, mientras que el otro cerró con cadenas la puerta de la agencia. Fue desde este momento que el terror se apoderó de la población.

En cuestión de minutos, la zona fue cercada 150 metros a la redonda por más de 500 policías de la Sub Unidad de Acciones Tácticas, Escuadrón de Emergencia, Unidad de Desactivación de Explosivos (Udex), Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), entre otras.

En el lugar se instaló un llamado comité de crisis, que era dirigido por el coronel PNP Carlos Remy, jefe del Escuadrón de Emergencia. Minutos después se le hizo llegar al hampón una radio para las negociaciones e incluso se le comenzó a llamar "Castor".

Éstas se volvieron infructuosas, pues el malhechor parecía estar desequilibrado y drogado. En un principio comenzó a utilizar a una trabajadora del banco, Brenda Aguilar, para mandar algunas anotaciones a los policías.

"Advertencia: no quiero helicópteros ni aviones por la zona, voy a conversar con el coronel", decía el primero de sus mensajes. Luego envió otro en el que pedía dos millones de dólares.

Sin embargo, con los minutos sus pedidos se tornaban más absurdos. En algún momento llegó a solicitar que un helicóptero descendiera en la cuadra 7 de Gamarra para supuestamente fugar.

LA INCURSIÓN. Estas conversaciones, empero, sólo eran parte de la estrategia de la Policía, que lo que esperaba era cansar al delincuente. Mientras esto ocurría, unos trabajadores que se encontraban al interior del banco, y que no habían sido vistos por el secuestrador, brindaban valiosa información a los custodios.

Fue así que se decidió ingresar por una ventana metálica situada en la parte posterior de la agencia. A las 20.56 horas, finalmente un grupo especial de acciones tácticas, junto a un francotirador, incursionó en la entidad.

Un disparo en la cabeza acabó con la vida del criminal y simultáneamente los custodios rescataban a los rehenes, dos de ellos heridos de bala. Algunos fueron llevados al Hospital Dos de Mayo y otros al Guillermo Almenara.

A los cajeros los trasladaron a una sucursal cercana del mismo banco, mientras el cuerpo del secuestrador yacía ensangrentado al interior de la agencia. Vestía de blanco y llevaba una capucha. "Acá se tenía que respetar el principio de autoridad, y eso es lo que hemos hecho", señaló el director de la Policía Nacional, general PNP Raúl Becerra, quien en medio de gritos celebró con su personal el feliz rescate.

"Nos veíamos muertos" Una niña de apenas cuatro años que se encontraba junto a su madre, así como una mujer con ocho meses de embarazo, formaban parte de las 33 personas que fueron tomadas como rehenes. "Nos veíamos muertos. Él nos decía que iba a hacer detonar los explosivos", manifestó una de las víctimas. Otra de ellas fue la cajera Brenda Aguilar, quien en reiteradas ocasiones fue encañonada por el delincuente. El reencuentro con sus seres queridos fue realmente dramático.

Ecos del rescate Tenía explosivos El secuestrador llevaba en el pecho un dispositivo con explosivos que amenazaba con detonar si la Policía incursionaba. Al momento de la operación, agentes de la Udex procedieron a de-sactivarlos sin dejar consecuencias fatales.

Pidió pollo Además de solicitar un helicóptero, una moto lineal y una camioneta 4x4, el malhechor pidió un pollo a la brasa para comer, lo que hizo presumir a la Policía que estaba desequilibrado.

Otros fugaron Habrían sido un total de nueve delincuentes los que pretendieron ingresar a la entidad bancaria, pero se dieron a la fuga ante la presencia policial.

yoice pacori ypacori@epensa.com.pe





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