Incendio en cárcel chilena deja 81 personas muertas
8 de diciembre de 2010, 01:44 PM
SANTIAGO (Reuters) - Un incendio en una cárcel de la capital chilena tras una riña entre reos dejó el miércoles al menos 81 personas muertas y 21 heridos, en una de las mayores tragedias de un recinto penitenciario, que revivió las precarias condiciones del sistema carcelario en el país.
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El siniestro, que ya fue controlado por varias compañías de bomberos, se produjo cerca de las 05.30 hora local (0830 GMT) en la torre cinco de cárcel de San Miguel, en la zona sur de Santiago.
Aunque el presidente chileno, Sebastián Piñera, había informado originalmente un total de 83 muertos, más tarde la cifra fue ajustada a 81 víctimas.
"Esta ha sido una tremenda y dolorosa tragedia", dijo Piñera.
El mandatario, que suspendió todas sus actividades, no descartó que la cifra de fallecidos se eleve en las próximas horas en el tercer peor incendio en la historia de Chile y uno de los siniestros con más víctimas fatales de los últimos tiempos en Sudamérica.
En la cárcel de San Miguel habían cerca de 1.960 internos, casi el doble de la capacidad para la cual fue diseñado el complejo.
Según las primeras investigaciones, el incendio ocurrió por una pelea entre dos internos del cuarto piso de la torre cinco de la cárcel, que al momento del siniestro era resguardado por cinco gendarmes.
Debido al alto hacinamiento y material de alta combustión en el recinto, el incendio se propagó rapidamente por el resto de la torre, en medio de un complejo rescate por parte de bomberos.
"Esto refleja la precariedad del sistema carcelario chileno", dijo Luis Masferrer, director nacional de Gendarmería.
En la torre siniestrada se encontraban los reos más peligrosos y desde ahí fueron rescatados al menos 65 reclusos.
Aunque se investigan las causas exactas del incendio, el fiscal de la zona sur de Santiago, Alejandro Peña, dijo que fue "intencional".
COMPLEJO RECONOCIMIENTO
Varios de los fallecidos murieron calcinados, aunque otro grupo importante murió por asfixia y otros luego fueron arrasados por el fuego.
No obstante, sólo un acotado grupo de las víctimas había sido identificado, mientras funcionarios de la policía civil y personal forense trabajaba aceleradamente en el reconocimiento de otros fallecidos.
Se estima que hay 50 cuerpos con muchas dificultades para su identificación, lo que incluso podría demorar días.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó que hay 14 reos graves, con distintos grados de quemaduras y problemas respiratorios, a lo que se suman varios funcionarios penitenciarios y bomberos heridos que fueron derivados a distintos centros hospitalarios de la capital.
"(Esta) es una nueva desgracia que azota a nuestro país en un año muy duro", dijo Mañalich aludiendo al terremoto y tsunami que azotaron a Chile y que fue seguido meses después por el dramático rescate de 33 mineros.
Cientos de familiares de los detenidos se trasladaron a las afueras de la cárcel para saber sobre sus parientes y algunos entre la desesperación y otros con resignación recibieron la noticia de que su pariente había fallecido en el siniestro.
"Ya nos constataron que nuestro hijo salió entre las primeras 15 víctimas", dijo a la radio Bio Bio el padre de José González Bustamente, a la salida del recinto penitenciario.
Al interior de la cárcel había gran tensión, según varios reos que se comunicaron con algunos medios locales.
"No somos vacas, ni perros. No es necesario que nos estén pegando a cada rato. Queremos velar a nuestros amigos tranquilos. Son 80 compañeros que no tenían que morirse", denunció un reo de la cárcel San Miguel.
Varios familiares de los reclusos se subieron a las rejas de las afueras del recinto gritando los nombres hacia las ventanas semi-tapadas de la cárcel donde se veían brazos extendidos en un intento por comunicarse.
"Es desesperante no saber si están vivos o muertos. Estamos aquí hace horas y no nos dicen nada", dijo María, quien prefirió no dar su apellido.
A ratos se producían escarumuzas entre parientes de los reos y la policía, que trataba de controlar la situación en medio de peticiones de información más clara respecto de la lista de fallecidos y sobrevivientes.
HACINAMIENTO
En Chile hay 53.000 personas privadas de libertad que cumplen sentencias, de un total de 108.000 reclusos.
Según cifras oficiales, el grado de hacinamiento en las cárceles de Chile alcanza a un 70 por ciento y en cárceles como la de San Miguel, donde ocurrió el trágico incendio, la cifra se eleva a un 90 por ciento.
Piñera admitió que "no podemos seguir viviendo con un sistema carcelario que es absolutamente inhumano (...) que no resiste más".
Las cárceles en Chile enfrentan un alto grado de hacinamiento, lo que ha sido denunciado por el propio personal de Gendarmería y organizaciones de derechos humanos.
Actualmente, están en construcción tres nuevos complejos penitenciarios en las ciudades de Antofagasta, Concepción y Talca. También se evalúa el desarrollo de cárceles modulares, porque la construcción de una recinto demora alrededor de tres años.
El incendio en la cárcel de San Miguel ocurrió en el día del aniversario de otro enorme incendio que se produjo en 1863 en Santiago, que causó la muerte de 2.500 personas y dio origen al Cuerpo de Bomberos de Chile.
(Reporte de Antonio de la Jara/Simon Gardner/Brad Haynes/María José Latorre/Alonso Soto/Moisés Avila. Editado por Lucila Sigal
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