sábado, 24 de abril de 2010

Sycos nazis

 
 
Sycos rondando la Junta Militar de Velazco
 
 
Quién mató a Luis Banchero Rossi? (I)
 

Nelson Manrique

El asesinato de Luis Banchero Rossi en su casa de campo en Chaclacayo, el 1/1/1970, provocó muchas especulaciones. La policía insistía en que este era un caso resuelto, pues Juan Vilca Carranza, el hijo del jardinero –un muchacho esmirriado de 19 años y 1.50 m. de estatura detenido en la misma casa del crimen– se declaró el único culpable del homicidio de un hombre de 1.80 m. que practicaba karate. Según Vilca, mató a Banchero por la envidia que le tenía y por su entusiasmo por la compañera romántica de éste, María Eugenia Sessarego. A lo largo del juicio Vilca se dedicó a confundir deliberadamente las cosas, señalando sucesivamente a M.E. Sessarego como instigadora, cómplice y víctima del crimen.

Caretas consignó que unos creían que Banchero había sido asesinado por la junta militar de Velasco porque se oponía a la estatización de la pesca, versión que la revista rechazó con una muy buena razón: Banchero acababa de recibir un importante crédito del gobierno; no parecía pues que estuviera enfrentado con él sino al contrario. Por otra parte los militares estatizaron virtualmente todo y nunca necesitaron utilizar la violencia; no había razones para que la pesca representara un escenario diferente. Mayores sospechas levantaba en cambio el apoyo que miembros del gobierno militar peruano dieron a Barbie para fugar y refugiarse en Bolivia. Volveré sobre este tema.

Caretas incluyó la versión que se señalaba a Klaus Altmann –quien radicaba en la casa de Friedrich Schwend, cerca de la residencia de Banchero– como el asesino, pero, con la información entonces existente, juzgó que esta era una versión "novelesca". Las cosas adquirieron, sin embargo, otro cariz una década después, cuando Gustavo Sánchez Salazar –el viceministro boliviano que detuvo a Altmann/Barbie y lo entregó a la justicia francesa en enero de 1983– afirmó que los documentos que le incautaron mostraban su participación en el asesinato del empresario peruano.

¿Qué razones podría tener Altmann/Barbie para asesinar a Banchero Rossi? ¿Hubo alguna relación entre ambos personajes? La investigación judicial entonces realizada no aporta nada sobre el tema. Sin embargo, pueden formularse algunas hipótesis cruzando retazos de información que permanecen dispersos.

Un dato clave es aportado por el cazador de nazis Serge Klarsfeld, quien declaró, en una entrevista concedida a Marcel Ophuls, que entre noviembre y diciembre de 1971 recibió una carta firmada por Luis Banchero y Herbert John, confirmándole que Altmann y Barbie eran la misma persona. Esta carta permitió desenmascarar al nazi y Banchero fue asesinado pocos días después de que estos hechos se hicieran públicos. Serge y su esposa Beate Klarsfeld (quien vino al Perú y fue hasta Bolivia para desenmascarar al nazi) creyeron desde un principio que Barbie era el asesino.

La cadena de sucesos que desembocó en la tragedia comenzó cuando el fiscal alemán Manfred Ludolph –quien estaba por declarar la prescripción de los crímenes de Barbie en Alemania cuando intervinieron los Klarsfeld– entregó a Beate dos fotografías: una de Barbie con su uniforme de comandante SS, tomada en 1943, y otra de un grupo de hombres de negocios fotografiados en La Paz en 1968, uno de los cuales parecía un Barbie avejentado. Barbie era clave para los Klarsfeld, pues permanecía fugitivo después de haber sido condenado en ausencia a la pena de muerte en Francia, dos veces. La prescripción de sus crímenes podría representar la impunidad para otros nazis.

Beate logró publicar las dos fotografías en periódicos franceses y alemanes, pidiendo información a sus lectores. Hojeando el Suddeutsche Zeitung de Munich, Herbert John, un hombre de negocios alemán instalado en el Perú, que trabajaba en una empresa de Banchero, reconoció a Barbie escondido bajo la identidad de Klaus Altmann, a quien había conocido en la casa de Chaclacayo de Friedrich Schwend, el socio del "Carnicero de Lyon". Su descubrimiento fue clave para desencadenar los acontecimientos que concluyeron con Luis Banchero  salvajemente apuñalado y con el cráneo destrozado. ¿Por qué firmó Luis Banchero Rossi la carta en la que Herbert John informó a los Klarsfeld que Altmann y Barbie eran la misma persona? Seguiré con el tema.

Un syco al servicio de Pinochet

Asesino y pedofilo
http://elcomercio.pe/noticia/466807/chile-murio-prision-paul-schaefer-nazi-pedofilo-fundador-colonia-dignidad

El titiritero

El titiritero es un Syco. Pero muchos lo necesitan.

El titiretero, un sicopata detras de todo. A proposito les recomiendo la movie Un ciudadano ejemplar  o "Law abiding citizen" with Jamie Foxx. Nosotros ya sabemos bien que desde la carcel se pueden hacer muchas cosas como robar secuestrar extorsionar y asesinar. Por supuesto que esto no exime de responsabilidades pero se instrumentaliza los valores morales con fines sociopaticos y malignos. La tactica del syco:  te acusa de lo que el es o hace. El no cree en nada ni nadie pero sabe que tu si por eso usa  tus valores para su propios fines egoistas. Te subestima en tu inteligencia. Cree que nadie lo ve como el es en realidad. Pero es que la mayoria no lo puede ver tal como es. El mismo no se ve bien asi mismo, no se percibe correctamente. Se hace un modelo irreal sobre si mismo. Para poder funcionar. No contento con eso, te quiere convencer de que el es lo que no es. El esta convencido de que nos engana a todos.

http://elcomercio.pe/impresa/notas/titiritero-maligno/20100424/466571

El titiritero maligno

Por: Hugo Guerra
Sábado 24 de Abril del 2010

La historia demuestra que siempre se esconde un titiritero detrás de un escándalo en apariencia inexplicable. Vamos, que inexorablemente existe una mente maligna que mueve los hilos de las tramas infames. Y eso está ocurriendo con el doble caso de los "petroaudios" y el "chuponeo".

Cuando empezaron a publicarse los primeros audios y correos electrónicos interceptados hacia setiembre del 2008, fue interesante comprobar cómo alguien (el titiritero maligno) a través de un periodismo discutible iba entregando el fruto del espionaje a cuentagotas, como siguiendo un plan siniestro. Primero, y supuestamente, para afectar los negocios petroleros de privados con el Estado. Luego, para bajarse al Gabinete de Jorge del Castillo.

En el camino las denuncias se fueron multiplicando y, siempre manipulados por el titiritero maligno, se destapó la supuesta contratación irregular de obras hospitalarias. Por tanto, se incluyó en el escándalo a Garrido Lecca. Luego, funcionarios irrelevantes como César Gutiérrez y Daniel Saba fueron vinculados al escándalo. Y, en calidad de responsables o de víctimas, también se metió en el perímetro del "chuponeo" a políticos varios, desde Meche Cabanillas hasta Ollanta Humala, pasando por Giampietri y Luis Nava, entre otros.

Pocos son, en cambio, los empresarios directamente relacionados con la mugre, cosa llamativa porque, si cabe la expresión, se susurra a gritos que no solo hay "petroaudios", sino igualmente "cementoaudios", "lacteoaudios", "afpaudios" y hasta "narcoaudios".

Entre tanto, los identificados por la opinión pública como corruptos son apenas Rómulo León, Alberto Quimper y los aparentes cabecillas de BTR, desde Tomassio y Virhuez hasta Giannotti, gracias a cuya garganta profunda recién se conoce información nueva y valiosa.

Por lo demás hoy, cuando el círculo se está cerrando nuevamente para rematar a Del Castillo a partir de graves indicios, el titiritero reaparece aportando nuevos audios que encajan perfectamente en el guion dedicado a la destrucción de ciertos personajes públicos. Paradójicamente así se hacen importantes destapes sobre la corrupción; sin embargo sigue siendo inmoral humana y políticamente aceptar que una mente maligna funja de gran moralizadora del Perú.

Además, quien escribe ese guion si bien devela algunas porquerías, indudablemente oculta otras muchas. Por ejemplo, ¿será casualidad que esencialmente se revelen corruptelas de apristas y nacionalistas pero no de fujimoristas? ¿Es coincidencia que se esté amedrentando y amenazando a los periodistas de investigación que no trafican con audios y no forman parte de la cofradía?

Sumidos en los destapes cotidianos no advertimos que se van cerrando las vías para descubrir a quienes colocaron las órdenes y financiaron el espionaje. Tampoco se investiga si las "fábricas" de interceptación y manejos psicosociales (que no se limitan a BTR) eventualmente están ligadas a servicios de inteligencia peruanos o extranjeros.

Aunque las investigaciones congresales y judiciales son al día de hoy frustrantes, ya conoceremos quiénes están detrás de la infamia, porque la historia también enseña que al mejor titiritero tarde o temprano se le rompen los hilos.

Huamanga, abril del 2010